Mucha gente no empieza a conducir después de sacarse el permiso de conducir, o deja de hacerlo durante mucho tiempo. Esto les genera falta de confianza e inseguridad al volante. Algunos lo solucionan conduciendo con familiares o amigos, otros, los más prudentes, acuden otra vez a la autoescuela para recibir algunas clases o, incluso, para repasar el teórico si ha transcurrido mucho tiempo.
Generalmente se trata solamente de recordar los automatismos que ya se adquirieron durante el proceso de aprendizaje, por lo que no se suelen dar muchas clases. Si hay problemas de concepto de normas, se asiste a las clases teóricas para repasarlos.
Estas clases las llamamos “clases de refuerzo”, porque no se trata de adquirir nuevos conocimientos, sino de reforzar los ya existentes.
También puede pasar que cambies de coche y, por ejemplo, compres uno automático. Y quizás quieras, antes de comprarlo, conducir uno sin riesgo alguno. Por eso también ofrecemos esta posibilidad.