El semáforo rojo obliga a la detención en cualquier caso, mientras que, con amarillo fijo, la detención se produce a no ser que no se pueda hacer en condiciones de seguridad.
Así que, amigos conductores, sabed que con amarillo fijo no hay que acelerar, sino detenerse (en condiciones de seguridad). De hecho, la sanción es la misma (4 puntos), y el resultado en el examen práctico también.